Este año se van a inaugurar unas cuantas líneas ferroviarias de Ave, casualmente siendo año electoral. En total 16 ciudades españolas más, entre ellas Castellón, podrán subirse por vez primera a un tren moderno gracias a una red que suma otros mil kilómetros. Y es que estos trenes correrán menos, aunque sí que ganará en tiempo al coche, y las líneas son un 64% más baratas de construir, según los directores de la obras. El futuro de esta infraestructura parece que va ser este Ave “low cost” o Ave “lento” con el que se mejoran los tiempos de viaje y no se gasta tanto dinero construyendo las infraestructuras.
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Y es que el Ministerio de Fomento se ha visto obligado a cambiar algo debido a las restricciones presupuestarias, por lo que cada nuevo trazado ha adaptado los proyectos a la nueva realidad. Por ejemplo, la instalación de un tercer raíl de ancho europeo permitirá que los AVE que van de Madrid a Valencia puedan llegar a Castellón. Y es que lo importante es construir un tren de altas prestaciones sostenible que de sentido a lo que está hecho y a los que está planificado. Otro punto importante es la supresión de la construcción de estaciones de proyectos milmillonarios confeccionados por arquitectos estrella.
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Es mucho más inteligente reformar las viejas terminales situadas en los centros urbanos prescindiendo a su vez del soterramiento de vías. Aunque al respetar los antiguos trazados a la entrada de los municipios se pierdan unos minutos, se ahorra una gran cantidad de dinero público y el viajero ahorra ese tiempo al no tener que desplazarse desde las afueras al centro de la ciudad, caso que ocurre por ejemplo en la estación de Camp de Tarragona o la de Segovia. El mayor ahorro viene de los cambios en la vía y es que se habrían necesitado invertir 14.000 millones de euros, pero gracias a los cambios se han invertido 5.000 millones de euros.